¿Es Nueva Acrópolis antisemita?

Dado que es común definir a Nueva Acrópolis como una asociación neonazi, de inmediato se asume que también deben ser antisemitas. Si nos vamos a hechos objetivos, Nueva Acrópolis fundó la primera filial en Israel en 1986, la cual sigue vigente en la actualidad. Delia Steinberg, quien fue Mando Máximo tras el fallecimiento de Livraga, era de familia judía, y en las materias de simbolismo teológico el misticismo judío -Kabbalah- se contempla dentro del programa de estudios. 

Sin embargo, Livraga consideraba a Hitler como un mesías, como un avatara político, y por lo tanto, estos hechos parecen contradecirse. Por esta razón, muchos exmiembros que aportan su testimonio, suelen afirmar lo de "Nueva Acrópolis es neonazi, pero no antisemita". 

Aun así, a continuación se extraen citas de Jorge Livraga sobre sus opiniones acerca de los judíos, para que quede algo más clara la postura de NA y de su fundador.  Añadimos las referencias de las citas por si alguien quiere leer los textos completos.


"Me he preguntado muchas veces: ¿Cómo un pueblo como el judío, con pobre bagaje ideológico y en lucha constante con todo el mundo, ha podido sobrevivir entero durante 4.000 años? Una vez que estaba en el Hilton de Tel Aviv, un fanático golpeaba las puertas de los que tenían la TV funcionando en sábado; me llené de indignación. Pero el hábito filosófico de pensar me ayudó a comprender el fondo de esa aparentemente salvaje manera de cortar la libertad individual. El que lo hacía (y que recibía insultos de todos los molestados) creía verdaderamente estar cumpliendo un deber sagrado. Aunque no fuese probablemente conciente de ello, estaba preservando la UNIÓN DE SU PUEBLO Y RECHAZANDO LO QUE, SIENDO EXTERNO A EL, PODRIA LLEGAR A DESTRUIRLO.

Allí constaté dónde estaba el secreto de la fuerza de ese conjunto étnico inaccesible y cerrado a lo razonable, en el que aún hoy, un judío se tiene que casar con una judía y viceversa. Y donde, en el mercado de diamantes, que está casi totalmente en manos judías, se cierran transacciones por cientos de miles de dólares con un simple apretón de manos... Los papeles y documentos vienen después. Las cosas se hacen “en familia”.

Nuestra fuerza es también la de constituir una gran familia, en la que cada Acropolitano debe ver a otro Acropolitano como a un hermano, a los Probacionistas como a sus hijos pequeños y al M.M. como a un padre que, en la Clave Espiritual, los engendró a todos, directa o indirectamente.

Debemos limpiar y actualizarnos en este sentido, y aunque no podamos llamarnos “Hermanos” porque el término está malogrado por las sectas orientalistas, guardar el Espíritu Fraterno. Debemos ayudarnos entre nosotros en todo sentido, sin fanatismos, naturalmente. Somos filósofos y no nos ponemos barreras de razas ni sexos, pero eso no nos debe inclinar hacia un gusto exagerado por las “fórmulas” más o menos “infalibles”. LO REPITO: “DÍMELO CON MIEMBROS”. DÍMELO CON TU OBRA FECUNDA EN HOMBRES Y MUJERES QUE SEAN ACROPOLITANOS, QUE ES LO MAS GRANDE QUE UNA PERSONA PUEDE SER EN ESTE MOMENTO HISTORICO".

(Jorge Livraga: ¿Mandos nacionales o discípulos? -  Mando nº 073)



"Hace una semana recorrí una ciudad alemana, Colonia, que fue incinerada por las bombas, reduciendo su población, de más de un millón de habitantes, a los 40.000 seres famélicos que encontraron entre sus ruinas los triunfantes ejércitos "aliados". Muchas de esas víctimas, mujeres, ancianos y niños, ni habían participado en una Concentración Nacional-Socialista. Y a no muchos kilómetros, se levantaban los "Campos de Exterminio" de judíos -tal vez no tantos como dice la Historia "oficial", pero sí no menos de un millón- que, en un buen número ni sabían lo que era el Comunismo, y aún, eran contrarios a él. ¿Que provocó tal monstruosa equivocación? El fanatismo y el racismo físico. Y si tales monstruosidades fueron provocadas por formas de racismo y fanatismo físico... ¿a qué no podría llevarnos el racismo-fanatismo espiritual". 

(Jorge Livraga: Fraternidad -  Bastión nº 33-3)


"No somos marxistas, ni nazis, ni cristianos, ni judíos. Somos Acropolitanos. Eso no quita que cada Acropolitano, personalmente, tenga sus simpatías y antipatías, pero debe cuidarse al expresarlas para que no se confundan sus gustos personales y efímeros con la Actitud Doctrinaria Filosófica Acropolitana"

(Jorge Livraga: Progreso y expansiónd de la OINA -  Bastión nº 89-1)

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