CONTINUACIÓN
“Y si alguien entra en la hoguera por defender su doctrina, ¿qué prueba eso?
¡Mejor es que del propio incendio salga la propia Doctrina!”
NIETZSCHE
A medida que crece la frustración entre los hombres, al ver convertidos en fracasos sus quiméricos proyectos de un pan-materialismo que solucionase todos los males y remediase todos los problemas, van perdiendo la estabilidad de sus nervios y buscan víctimas para inmolar en sus altares hechos de odios viejos y de cuchillas nuevas.
Ellos predicaron durante siglos (y no se detuvieron en torturar y matar a millones de inocentes) el advenimiento del hombre autoportante, sin tradición y sin Dios. Del solitario anodino, iconoclasta homosexual integral, fuerte por fuera y débil por dentro, que cristalizaron en una suerte de “Síndrome de Frankestein”.
En cuclillas, como los sapos, croaron el monótono reclamo de los minusválidos tratando de apagar los entusiastas gritos de los héroes.
Mientras estuvieron en la “oposición” engañaron a muchos con sus cantos de sirenas mecánicas. Y con sus barrigas convertidas en brújulas, prometieron una felicidad que excluía todo lo Espiritual, todo lo Santo.
Hoy han llegado al Poder, hoy manejan el torturado y contaminado Mundo. Pero, como aprendices de brujos, han desatado fuerzas que no pueden ni saben controlar y que los están devorando. Y lo que es peor para ellos, están devorando no sólo a la humanidad, sino a sus vanidosas promesas. Nada de lo que prometieron se alcanza. Hoy hay más hambre, más violencia y más injusticia que en cualquier otro momento histórico... y empiezan a enloquecer de rabia e impotencia. Pues su “poder” es tan sólo fuerza material que se consume a sí misma. Sin pasado y sin futuro, se van quedando también sin presente.
* * * * *
Ante una situación como ésta, ante el fracaso del Comunismo y del Capitalismo, ante la imposibilidad de su año 2.000 tecnotrónico; con formas pseudoreligiosas carentes de Mística que han vuelto a sus orígenes de desesperación frente a los misterios de la vida y de la muerte; incapaces de educar a sus hijos y de proteger a sus padres; devorados por un insano egoísmo consumista; enfermos de miedo... ¿no es natural que nos ataquen?
Somos una Realidad, pequeña aún, pero una Realidad en marcha. Y su instinto de manada les avisa que esta Realidad destruirá su ignorancia tal como un rayo de sol destruye las tinieblas, por abultadas que sean. La pequeña luz de una lámpara de aceite es capaz de alumbrar miles de metros cúbicos de materia oscura. Y ahora que gobiernan el mundo y fracasaron, sumiéndolo en tinieblas, no pueden tolerar que algunos hayamos encendido una luz, por diminuta que sea. Les duele en la carne de los ojos, y ellos tan sólo saben de carne.
Han olvidado que el fuego alumbra; creen que tan sólo sirve para cocinar. Y así gritan su terror al ver nuestro fuego. Olvidaron los incensarios y todo lo ven en forma de marmita y sus desencajadas fantasías les hacen predecir que los vamos a meter dentro, que los vamos a cocer. Y, temiendo ser devorados, se han lanzado a devorar.
Hermanados están los hijos putativos de Cristo con los hijos legítimos de Comte y de Marx.
Todos contra nosotros.
Pero es lógico que así sea. Sepamos comprender aunque no nos comprendan. No debemos asombrarnos de lo que pasa. Tampoco esperar el advenimiento milagroso de tiempos mejores, pues esos tiempos mejores debemos construirlos labrando un nuevo paso en el viejo laberinto con nuestras Hachas.
* * * * * *
Ante los ataques que estamos soportando en casi todo nuestro Imperio Filosófico, no debemos ceder a la tentación de la autoinmolación, al silencio cómplice, a la cobardía sudorosa de inercias.
Hay que saber explicar claramente qué es NUEVA ACRÓPOLIS, pero jamás en actitud ni en lenguaje defensivo. No tenemos por qué pedir permiso para vivir. Más bien corresponde que les señalemos sus monstruosidades.
¿Educaríamos acaso a sus hijos si ellos no los hubiesen abandonado?
¿Mantendríamos una organización alerta y tensa si no nos amenazasen constantemente?
Tenemos 27 años de existencia... ¿Fuimos nosotros quienes desencadenamos ambas guerras mundiales? ¿Quiénes encerraron a millones de seres humanos en campos de concentración, quiénes arrojaron bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, quiénes promovieron un mundo corrupto lleno de delincuencia, pornografía y esclavos de las drogas?
Los que deben sentarse en el banquillo de los acusados son ellos y no nosotros. Pero hay que saber decirlo, con serenidad y firmeza, con vocación de futuro y ofreciendo soluciones, aunque sea a largo plazo.
Tú que me lees, eres un Mando Acropolitano. Con que no lo olvides nunca, es suficiente.
Comentarios
Publicar un comentario